El organismo dirigido por Carlos Casares discute internamente una nueva regulación que serviría para agilizar la aprobación de cambios en la expansión de la infraestructura gasífera, clave para orientar el producto local al abastecimiento de la demanda interna.
Esos cambios normativos habilitarían la ampliación de redes de distribución, agrandando la base de usuarios de gas natural. Un avance particularmente útil para provincias que disponen el recurso en la cercanía pero aún no hay vehículo para llevarlo a los usuarios.
Neuquén es uno de los estados del interior atento a las modificaciones regulatorias del ente nacional que habilitarían a Gas y Petróleo de Neuquén a asumir un nuevo rol, con el desarrollo de infraestructura. El gobernador Rolando Figueroa aspira también a que a la empresa pública provincial se convierta en una comercializadora de gas de alto perfil.
Otra idea que germina en el gobierno neuquino es que parte de las regalías que las provincias cobran sobre la producción de hidrocarburos en su territorio lo sean “en especie”. Esto implicaría que las productoras integren una porción de su pago en efectivo y otra ejecutando obras de infraestructura, aspiración preliminar no consensuada con las empresas del sector.
Los retoques normativos tienen como contexto un aumento de la producción de gas, en particular del no convencional. El producto generado en las cuencas nacionales fue suficiente para atender el 90% de la demanda en el pico de invierno de este año, lo que disminuyó los requerimientos de importaciones.
Con la expansión de redes troncales, en primer lugar, y mayor capilaridad de las distribuidoras, se ampliarán el
mercado doméstico y el externo, cuyo abastecimiento las productoras se disponen a satisfacer con el correspondiente incremento en la oferta.
la oferta.